Muriendo me encontraba bajo el frio
Ocaso y soledad había en mi alma
No existía para mi consuelo alguno
Indómito mi espíritu vagaba
Como una blanca ola en mar mezquino
Aquellas horas en que mi vida se agotaba
Flotaban en mi cabeza fuertes dudas
Ligeras como brisa de verano
Oasis fuiste viento en la zozobra
Reanimaste mi espíritu cansado
Encontre en ti hoy la fortaleza
Sobre la cual anclarme coronado
Como manifestarte que estoy agradecido
Aquí ahora y siempre de todas tus creaciones
Sobre las cuales hablan los montes y los ríos
Todas rinden homenaje las naciones
Reina tu que todo lo sabes hoy en día
Obra en mi espíritu la dicha e ilusiones
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