domingo, 22 de enero de 2012

El concurso.

No había mucho que hacer por aquellos días, yo me entretenía asistiendo a un pequeño club de lectura que se había formado en un colegio donde algunos padres de familia asistían y compartíamos nuestros puntos de vista sobre algunos artículos, novelas clásicas, autores entre otras cosas.
Nos reuníamos una hora cada semana a partir de las siete de la tarde en un pequeño salón que amablemente el director del colegio nos había facilitado.

Hiromi por aquellos días estaba apoyando a un centro de integración familiar, trabajando con algunas parejas en sus problemas conyugales.
¿qué podemos enseñarle Hiromi y yo a los demás?, nada que no esté inventado ya.

Mas sin embargo Hiromi progresaba ampliamente con aquellas parejas, y a la par cada día nos entreteníamos mas en el club de lectura.

Cierto día un domingo recuerdo después de la iglesia a la que asistimos muy temprano en la mañana pues habíamos pensado pasear por ahí todo el resto del domingo, visitar a algunos amigos quizás.

Hiromi lucía pensativa cuando almorzábamos en una pequeña fonda ubicada cercas de la catedral.

-¿Que pasa Hiromi? luces como si muchas cosas te dieran vuelta en la cabeza pregunte yo mientras veía como el mesero traía nuestros almuerzos.

-Nada contestó ella solamente estoy pensando.

Después de algún rato en el que no dijimos palabras Hiromi preguntó:

-¿T u escribirías poesía alguna vez?

-Tú sabes que eso no me gusta, es decir me es encantador leer un buen poema, pero de eso a que yo me sienta capaz de escribirla, esos no.

-Si ya lo sabía dijo ella llevando el bocado a su pequeña boca cosa que me parece encantadora.

Mas sin embargo ella siguió pensativa, en todo el almuerzo casi no dijo palabra, cuando caminábamos hacia la casa Hiromi pregunto?

¿Tú harías cualquier cosa por mi?

Extrañado por la pregunta nerviosamente respondí:

Tu sabes que si Hiromi pro no entiendo el por qué de tu pregunta.

-¿Cualquier cosa? insistió.

-Cualquiera tú lo sabes.

- como ¿Escribir poesía?

- otra vez con la poesía, mas sin embargo soy capaz de hacer cualquier cosa por ella.

-Hasta escribir poesía conteste.

Entonces Hiromi dijo:

Cierto día estaba como siempre con las parejas en la terapia, se trataba de que los maridos hicieran algo por sus esposas pero la actividad era realmente hacer algo que les molestara pero que a ellas tal vez les agradara.

- A ti ¿te agradaría que yo escribiera poesía? pregunte interrumpiendo a Hiromi.

No, no es eso contesto ella, cierto es que los esposos se pusieron de acuerdo entre todos y todos coincidieron en que eso era difícil, alguien ha leído algo sobre ti, me comentó que quizás tu no escribirías poesía ni por mi, pues todo el mundo sabe de antemano que tú no eres poeta.
La directora del instituto aquel día seguía la terapia con nosotros y propuso de inmediato que escribieras un poema, es más que tu poema sería enviado a una especie de concurso para poetas aficionados donde el premio es de $100,000 y si tu poema llegase a ganar el premio este serviría como apoyo al instituto.

¿Escribir un poema? creo que eso no podría hacerlo conteste yo que ahora era quien lucía pensativo.

Cuando llegamos la casa nadie de los dos decía nada Hiromi quizás pensaba que yo no escribiría nada y yo estaba pensando en cómo se debe comenzar y estructurar un poema.

Después de un rato Hiromi quiso ser la de años atrás y pregunto:

¿Ya olvidaste por completo a Ángeles?

La pregunta debería extrañarme pero esa pregunta cuando viene de Hiromi yo estoy acostumbrado a recibirla pues siempre que la veía me preguntaba la misma cosa, es cierto en muchas ocasiones yo mentía pero aquel día con mucha seguridad conteste:

Ángeles se murió hace muchos años para mi Hiromi tu sabes eso.

¿Y si le escribieras un poema a ella? he leído algunas hojas tuyas sin quererlo claro está por lo cual te pido una disculpa, y en ellas encontré un poema que le escribiste hace años.

Seriamente pero sin el más mínimo sentimiento de enojo le conteste:

No es necesario pedir disculpas Hiromi puesto que lo que es mío es tuyo tu puedes hacer lo que quieras con mis libros o con las cosas que escribo y si escribí un poema mucho tiempo atrás para ella pero eso no quiere decir nada además ni siquiera era bueno.

Ya un poco en tono de reclamo Hiromi comento:

Pero lo escribiste, y estaba bonito para mi gusto, ¿a caso la quisiste más a ella que a mí?

La cosa estaba difícil ya en aquel momento (como diría mi amigo Genaro se estaba complicando) así es que sin más ni más tome un papel y un lápiz y me puse escribir pensé que no sería tan difícil estructurar una pequeña poesía.

Los primeros escritos los tire pues realmente estaba usando palabras muy elevadas que no van conmigo.
Los que para mi gusto pasaban Hiromi los desechaba y lentamente el cesto de la basura se fue llenando de malos escritos.
Hasta que a altas horas de la noche escribí algo que nació así simplemente, lo leí, me gusto, se lo pase a Hiromi la cual cansada leyó aquella hoja lanzó una pequeña sonrisa y dijo este me ha gustado.

Aquel poema que escribí aquel día ò mas bien aquel intento de poema que salió de mi imaginación es el que sigue:

Lo siento.

Siento haber vivido tantos años sin haberte conocido,
Sin ver tus ojos, escuchar tus palabras, sentir tu cuerpo

Siento envidia de las personas con las que día a día convives lejos de mí.
No debería pero la siento.

En coacciones siento que conocerte fue para mí un mal negocio,
Pues deje de ser yo para cambiar por el que ahora conoces y va a tu lado.
Completo estoy describiendo a mi mismo de esta manera,
Mas sin embargo la gente que me conoce ahora,
Piensan que sin ti, yo dejo de estar completo y me vuelvo "un casi yo",
y cuando estoy sin ti, ellos dicen el está ahí pero sin ella no parece ser el
y se vuelve un ser incompleto.

Y déjame decirte que eso lo pensé desde la primera vez que caminamos juntos,
Creo que aquel día después de 22 años deje de ser yo
Y me volví "un contigo"
O quizás digamos que no era yo completo
Hasta el día que te conocí.

En coacciones cuando el mundo se vuelve gris
tú me pides que deje de ser un "yo contigo"
y me vuelva un "yo solo",
miro tus ojos serios, me dices que busque la vida sin ti,
que eres una especie de obsesión para mi
Que deje de pensar en ti y piense en mi

¿Cómo se puede pensar en algo que ni si quiera existe?
Este caso es como las partículas de Tesla
Partículas que "tienden a existir".
Así soy yo no existo si no estás conmigo,
Y como en los contrastes de sábado
Cuando me alejo de ti
me voy pensando en la figura obscura que anda por ahí.

Cierto día platicando con mis amigos
Me di cuenta que había dejado de ser obscuro
No sé si lo aprendí de ti
Pero la obscuridad se había ido,
Ese mismo día me di cuenta también
Que junto con el miedo que siento a los ocasos
La felicidad completa me llega con el alba

Esa alba que no existe si no estás tu
Mas sin embargo ¿qué puede existir si no estás tu?
"Un yo incompleto".

¿Cómo podría comenzar una nueva vida sin ti?
si ni si quiera me tengo a mi mismo
a lo que concluyo que soy tuyo para siempre,
si te parece bien vendrás a mí y aremos "un completo yo",
Y llegará el día en que yo sea un complemento para ti
Los ocasos serán felices para mí
Y una alba eterna brillara como el sol sobre nuestro mundo.

Siempre que lo leo me parece más mal escrito, yo no sé si aquel día Hiromi cansada lo acepto, yo no sé si de tanto que escribí aquel día esto fue lo que más me gusto el hecho es que Hiromi al siguiente día puso un copia de esto en un sobre y lo envío al concurso con un pseudónimo pues pensó que el hecho de que yo lo escribiera tenía un peso sobre los demás escritores y que inclusive podrían descalificarlo.

Los días pasaron como todas las semanas tranquilamente analizábamos a kafka en el taller de lectura, Hiromi seguía con su grupo y la vida se tornaba deliciosa encantadora diría yo.

Una noche llegó Hiromi de las terapias de parejas traía un pequeño paquete cargado a un costado de ella apoyando con su brazo.

-¿Qué es eso? pregunte.

El resultado del concurso dijo ella ni siquiera calificaste a los 50 mejores, y de regalo de consolación nos han enviado esto dijo refiriendo a el pequeño paquete que en realidad era un porta bebe.

-Te dije que yo no escribía poesía dije yo riéndome a carcajadas.

Hiromi solo me miraba seria contenta pero sin decir nada.

Después de que cenamos y ya a punto de dormir Hiromi paso a un lado de aquel paquete el cual estaba sobre un sofá y tomando con sus manos dijo:

y ¿qué hacemos con esto?

Yo había terminado de cepillar mis dientes y tenía la pijama puesta, me acerque a ella y dije:

-Que te parece si empezamos a hacer al pequeño dueño de esa cosa.

-Hiromi fijo sus hermosos ojos en los míos y sonrío.



R. Faulkner

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dale tu opinion al que escribe...