martes, 6 de diciembre de 2011

Cena Diplomatica.

Como soy una figura casi pública, fui invitado a una cena que ofreció un amigo en su casa, para cierto personaje peculiar que estaba en Mèxico por aquellos días
El hombre por el cual se efectuaría la cena era un exdictador que había sido derrocado en su país y enviado al exilio del mismo.
A lo que yo sabia el llego al poder formulando un golpe de estado contra el antiguo régimen, al cual había derrocado y después de varios años de poder y de reelecciones falsamente ganadas se había convertido en la misma
figura que en un principio desprecio.
Hasta que el pueblo asqueado de sus desplantes lo habían "tumbado" del poder y enviado al exilio, convirtiendo en un verdadero navegante errante de países, buscando por todas partes el consuelo de la nostalgia por la tierra
perdida.
Como el hombre había sido dictador y este tipo de cenas (sobre todo si tienen algo que ver con políticos y sus esposas) le disgustan a Hiromi note la falta de entusiasmo en su cara cuando le comunique la invitación.
Y al cabo de un rato dijo:
¿Es necesario que vallamos?
Le dije que nuestro amigo había sido muy insistente con su invitación, muy formal al invitarnos y que pocas personas tenían el privilegio de asistir a cenas de esta índole y que me parecía una grosería si por alguna circunstancia
que no estuviera entre las razonables rechazáramos la invitación o faltáramos a la ceremonia.
Ademas yo quería conocer al exdictador y algún día escribir algo de el.
Hiromi guardo silencio por otro rato y luego me pregunto:
Y si vas tu solo a esa cena?
Sentí enojo por aquella pregunta cosa que no respondí por que no creí que Hiromi me dejara asistir solo.
No podía entender a Hiromi, cuales eran las causas por que no quería asistir?, por que estaba tan negada? si llevábamos asistiendo juntos a muchas presentaciones, fiestas y cenas de carácter público.
Decidí no hablar mas del tema en los próximos días y cuando llego el día de la cena. Hiromi había preparado un vestido y comenzaba a arreglarse desde hora temprana por lo que supe que no asistiría solo a aquella ceremonia,
(como a aquella fiesta de graduación cuando acababa de conocerla y termine por asistir solo).
Yo por mi parte vestía un traje que no recuerdo que tan bien o que tan ridículo me veía, pero yo pienso que no lucia tan mal. Ya cercas de la hora para salir Hiromi acomodo el nudo de mi corbata y pregunto:
Como lusco? Dando una vuelta de 360ª en su propio eje.
Lucia hermosa con el vestido negro y los ojos hermosos, el pelo suelto alisado y su maquillaje sencillo.
Luego tomo mi brazo y comenzamos a caminar por lo pasillos de aquel hotel donde nos hospedábamos.
Me sentí confortado de asistir con Hiromi, sentía envidia de parte de todos los hombres mujeres huéspedes y trabajadores de aquel hotel que nos observaban al caminar por los pasillos.
Cuando llegamos a la cena vimos gente de diferentes países y de distintas ocupaciones.
Altos funcionarios del país, empresarios famosos, actrices mediocres de la televisión mexicana, conductores famosos de televisión y radio que me hablaban de sus programas de noticias y espectáculos a los cuales prometí
entrevistas (cosa que todavía no cumplo y tal vez nunca lo haga).
Por algunos minutos Hiromi se vio invadida por muchas personas que le hacían preguntas sobre su vida, querían conocer sus pasiones, anhelos, sueños y aspiraciones.
Señoras según ellas refinadas que la invitaban a sus tardes de lectura y de juegos.
Yo observaba a Hiromi la cual lucia agobiada por todo aquello, mientras un político de segunda me contaba su vida con el fin de que yo escribiera una historia sobre el.
Aquel tipo decía que el estaba predestinado a ser político, me contó cuando gano el primer premio en su clase de oratoria a los 9 años, y después su joven carrera política se reafirmo cuando fue presidente de la sociedad de
alumnos en la preparatoria.
Lo demás ya no lo recuerdo pues la historia de la vida de aquel tipo me parecía muy mala, además yo estaba muy entretenido viendo a Hiromi.
Me despedí de aquel hombre con una señal de promesa que volvería para que me contara el final de su Historia, cosa que nunca hice.
Me acerque a Hiromi la cual se encontraba sola cercas de una ventana observando hacia afuera, le pregunte que pensaba, me contesto que en los días de fiesta y juego de aquella señoras.
Por fin después de varios minutos de espera llego la figura de la noche, era un viejo que lucia como cualquier viejo normal, solo que se cargaba una vida llena de lucha me pareció a mi.
Nos sentamos a la mesa juntos con el viejo, el cual de ves en cuando se dignaba a mirarnos mientras platicaba con algunas personas que habían sido acomodadas mas cercas de el en aquella mesa.
Mal cenamos Hiromi no tenía mucho apetito y yo estaba mas interesado en ver al viejo que en la comida que teníamos frente a nosotros aquel día.
Mi amigo, el político, el que ofrecía la fiesta se acerco a nosotros disculpando se por sus modales, (pues no lo habíamos visto en todo la noche) lo cual entendí por tener en su casa a una figura tan extraña.
Quiere platicar un rato contigo. Dijo mi amigo abriendo camino con su mano en dirección al viejo, con ustedes, dije yo haciendo referencia a mi acompañante.
Cuando abordamos aquel viejo, el me miro con su mirada terrible de viejo cansado, desconsolado diciendo:
Así que usted es el "cuentista" dijo el viejo en forma un poco despreciativa. Creo que he leído alguno de sus escritos, algunos me parecen vacíos y faltos de sentido común.
Realmente no me molesta que hagan comentarios sobre lo que escribo al final de cuentas comentarios buenos y malos ayudan a mejorar (eso creo).
No puedo creer que a los escritores los acompañen los ángeles refiriendo se a Hiromi tomando su mano y besando con un estilo muy anticuado pensé yo.
Debe ser la musa de su inspiración, agrego el viejo.
Yo sonreí nerviosamente por que al principio ustedes pueden notar en mis cuentos la presencia directa de Hiromi.
Hiromi hizo un gesto amablemente y dijo mucho gusto.
Aquel hombre comenzó hablar de su país, en coacciones se veía que lo extrañaba profundamente. Dijo que había peleado siempre por su país, siempre dando la cara por el, trabajando duro desde su época de guerrillero,
luchando por el pueblo y que todavía no comprendía por que el destino lo había llevado a aquellas inaceptables circunstancias del exilio para el.
Dijo que si alguien debía gobernar aquel país era el, que era su destino, que era el ángel patrono del país o algo así.
Que había provisto de modernidad y educación al país, que su gobierno genero empleos y divisas como ningún otro, que llevo fabricas incluso norteamericanas, inglesas, alemanas. Y que se podía respirar el progreso en cada
persona, en cada rincón del país durante su régimen.
Que construyo vías de comunicación, fijo el camino para la democracia, logro la tan anhelada paz y logro que la economía del país se moviera en forma positiva.
Mientras el viejo hablaba sus ojos brillaban y se encendían en cada una de sus palabras como si su antigua energía (la cual imagine por que realmente no lo conocí de joven) volviese a el, los ojos de Hiromi también brillaban
intensamente y en coacciones chocaban.
Los ojos de Hiromi lucían hermosos como ojos de fuego y en coacciones movía la boca como cuando no entiende las cosas, o mas bien como cuando no esta de acuerdo con ellas.
Uno de los allegados a quel viejo sugirió:
Y por que no concretamos una cita en otro día para que ustedes puedan hablar mas? refiriendo al viejo y a mi.
Así tal vez usted podría escribir algo de el, puntualizo aquel hombre.
El viejo movió la cabeza en estado de aceptación y yo acepte pues al final de cuentas soy un cazador de historias, yo se que en coacciones estas aparecen de la nada, pero también se que se pueden obtener donde la lógica dice
que están.
Concretamos la cita y el viejo se despidió de nosotros amablemente.
Habían pasado como 40 ò 45 minutos estábamos esperando que al viejo se le entregara un presente por parte del gobierno Mexicano y tal ves tomarnos alguna fotografía con el (eso lo quería yo y Hiromi no se molestaba por ello).
Cuando un extraño reportero caminó hacia nosotros.
Disculpe dijo el reportero, no pude evitar escuchar que tendrá una platica privada con el viejo.
Si dije yo. Tal vez algún día escriba algo sobre el. Es lo que quiere saber? no es usted reportero? dije en una forma poco cordial, pues pensé que aquel hombre quería una exclusiva o algo así.
Asi es efectivamente soy reportero en mi país (que era el país del viejo), y sinceramente admiro mucho sus cuentos dijo aquel hombre de figura delgada y piel morena.
Cargaba una cámara fotográfica en el cuello, vestía un pantalones color cafe y una camisa a cuadros, usaba gafas un poco mas grandes que la mías y tenía el pelo quebrado.
Pero no busco una exclusiva o narrar la crónica de tan estúpida entrevista, dijo el reportero mientras sus ojos se ponían tristes.
Si estúpida señor por que no creo que un hombre tan despreciable merezca ser escrito por una imaginación como la suya.
Salimos al jardín para tener un poco mas de privacidad Hiromi iba con nosotros.
Ya instalados en el punto mas lejano del jardín con respecto a la casa el hombre comenzó a decir:
El viejo tomo el poder mediante un golpe de estado contra el antiguo presidente el cual había sido intimò amigo , apoyado por el gobierno de algunos países europeos. Durante el golpe de estado logrò la adhesión de unos 57000
soldados y 55000 policías con lo que logro la rendición de las tropas leales del antiguo presidente y de la misma guardia presidencial.
Apoyado por el ejercito comenzó a implementar un régimen de terror que en sus inicios costo la vida de unos 30,000 compatriotas principalmente de las etnias, mientras hacia fama en el mundo por su excentricidad y crueldad.
A comienzos de su mandato ya se veía como eran asesinados los opositores a su gobierno, de lo cual no era necesario cavar tumbas pues los cuerpos de los desafortunados eran echados a los cocodrilos.
Poco tiempo después creo una organización represiva encargada mas que de otra cosa violar los derechos humanos con todo lo que esta frase signifique.
Esta organización introdujo como política de estado la detención, la tortura, asesinato, y exilio de quienes se hubiesen involucrado con el gobierno anterior.
Uno de sus mas allegados generales recorría el país en un helicóptero "puma" para ordenar la ejecución de los detenidos políticos, una ves asesinados sus restos eran arrojados al mar o enterrados en lugares donde solo los
militares sabían.
La tortura también fue una herramienta común usada por el viejo para combatir a los no partidarios del gobierno continuo diciendo aquel hombre.
Mucha gente tuvo que abandonar el país, mi familia y yo fuimos algunos de ellos. Con el tiempo yo regrese una vez derrocado el viejo pero según informes todavía hay mas de 700,000 personas que se encuentran lejos del país
después de haber escapado a este régimen de locura.
Aquel hombre continuo diciendo:
Mantuvo un firme control sobre la libertad de expresión y los medios de comunicación y no tolerò la existencia de alguna forma
de oposición, el viejo instituyo un culto hacia su persona nombrandose así mismo como "el conductor", teniendo también un cetro hecho para el.
También le gustaba que lo llamasen:
Su excelencia, el presidente vitalicio, señor de todas las bestias de la tierra y de los peces del mar, entre otros desquiciados sobrenombres.
Muchos hombres murieron cuando se realizaba la construcción del nuevo palacio de gobierno, el cual es uno de los mas grandes del mundo, también aplastó ciudades mando a sus habitantes a vivir en complejos construidos com
parte de su programa de urbanización.
Para pagar la deuda que fue adquirida por su gobierno posterior a la rápida industralización , vendió al extranjeros todas las cosechas que se levantasen en los campos del país, logrando así la escasees de comida y medicamento
y haciendo la vida de los habitantes del país una lucha por la supervivencia.
Yo no podía creer todo aquello que estaba escuchando, aquel hombre parecía acostumbrado a todo esto y mas, pero también parecía que lo difícil de su vida hubiera forjado aquel carácter sereno pero fuerte que tenia.
Hiromi no hablaba solo veía aquel hombre con sus ojos hermosos mientras el terminaba de decirnos.
Entre las coas mas terribles que se dicen de el es que dentro de sus favoritas torturas estaba la de abrir el estomago de sus enemigos y colocar una rata viva dentro de ellos para que los comiera por dentro e inclusive se cree que
practico el canibalismo pues en coacciones decía antes de que mis enemigos me coman yo me los comería primero.
Aquel hombre siguió contando, siguió desogandose muchas cosas mas que no quiero repetir. en coacciones Hiromi se sobresaltaba por terribles cosas que estábamos escuchando y se aferraba de mi brazo.
En la aldea de donde yo vengo, dijo aquel hombre, creemos que podemos conocer ala gente después de observarlas por poco rato, y yo siempre he practicado esa creencia.
Me parece que usted es un hombre bueno, muy soñador es cierto y en coacciones se pierde tanto en sus mundos idealistas que no puede ver la verdad de las cosas. Como le dije antes usted no puede crear una historia de el viejo
por que no podemos permitir que el mundo y mucho menos mi pueblo olvide las locuras ya las crueldades del viejo, y yo siento que si usted escribe algo sobre el, ocacionarìa eso.
Ahora si no lo quiere hacer por mi pueblo, o por usted mismo, a galo por su compañera por que yo siento que ella es una mujer que ama alas personas, que entre sus principios esta respetar el derecho de la gente , que cree en la
libertad , en la igualdad de los hombres, en la importancia de la libertad de expresión.
Que ella conoce como se sufre en otros pasìes no como usted que nunca salió de su pueblo mas que leyendo sus libros. Ella es diferente sabe del derecho a la vida, lucha por las personas, por la justicia, por la paz.
Para ella todos los hombres y mujeres son iguales y eso lo practica siempre pues su saludo fue el mismo cuando me saludo a mi ò cuando saludo al viejo la misma expresión de no juzgar a nadie, aún cuando ella creo yo conocía
mejor la historia del viejo que usted. La misma expresión para los meseros como para los políticos. Para todos siempre es la misma.
No nos dijo su nombre se despidió, amablemente y no lo volvimos a ver.
Para cuando le fue entregado el presente al viejo, Hiromi y yo estábamos ya en camino al hotel viajando en un taxi recorriendo aquellas calles tranquilas a esa hora de la noche.
Yo no decía nada solamente pensaba en toda la platica que tuvimos con aquel reportero, Hiromi tomaba mi mano como cuando sabe que algo me inquieta. Tampoco ella decía nada solamente en coacciones volteaba y me miraba
con esos ojos hermosos que amo.
No pude dormir aquella noche, por mi cabeza pasaba Hiromi, el viejo y aquel reportero.
Por la madrugada fumaba un cigarro mientras veía a Hiromi dormida, de aspecto angelical.
Comprendí que era tiempo de dejar de viajar, instalarnos en alguna parte donde yo pudiera hacer mis cosas, pero sobre todo donde Hiromi pudiese hacer las suyas.
Yo no se que tipo de magia utilizó el reportero al final de su plática pero todo lo que dijo de Hiromi es cierto, es mejor que yo? siempre lo supe, no merezco estar con ella? siempre lo he dicho, por que me quiere? nunca lo
entenderé.
Estos años me ha enseñado a amarla, así desinteresadamente como nunca quise a nadie, sin celos, envidias, rencores. Yo quiero que sea feliz aunque esta felicidad en la vida que ella decida llevar implique que ella este lejos de
mi lado.

Espero que les guste, no había tenido la opertunidad de escribir algo puestengo muchos problemas en el trabajo y la mayoría de los días estoy muy cansado, casi solo para fumar por la noches y nada mas.

Espero que les guste el primer cuento Hiromesco como yo los llamo, me gustaría que lo criticaran, pues creo que la criticas los hacen mejores.
Me da un gusto enorme poder escribir para la sociedad de los poestas muertos y mas gusto me da pertenecer a ellos aun que en las ultimas semanas no hemos tenido la oprtunidad de estar juntos.

Quiero apuntar que me gusta reunirme con los poetas y si a veces no lo hago es por que como dije antes me siento cansado, o tengo algo o mucho que leer, o por que tengo que dormir o algo asi.

Pero nunca me olvido de ustedes.

Sinceramente: Rómulo Navarro.

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